Qué bueno que el Día del Padre ya está tan cerca porque esa es mi excusa para contarte sobre uno de mis libros favoritos: Mi pequeño gran papá (Niño Editorial) de Mari Kanstad Johnsen.
Más allá de lo interesante que visualmente es este libro de portada roja, su historia nos fascinó. En ella seguimos a nuestra pequeña y tímida protagonista, Maia, en las vacaciones que comparte con su papá que por el contrario es un sujeto atrevido, divertido y muy valiente. La relación de este simpático padre con su tierna hija es simple: él la empuja a hacer cosas osadas y ella tranquilamente se niega o acepta si él está ahí para protegerla.
Todo cambia cuando en una visita al zoológico, ambos se distraen y Maia se pierde. Tras superar su miedo inicial, Maia decide volver al hotel y a la playa por su cuenta, para buscar a su padre. En cambio, su padre al notar su ausencia la busca desenfrenadamente, haciéndose cada vez más pequeño mientras pasa el tiempo sin dar con su pequeña.
Gracias a este incidente, Maia descubre independencia. Su padre, en cambio, recuerda su propia fragilidad. Afortunadamente la familia se encuentra y Maia poco a poco le regresa el valor y el gran tamaño a su padre, que sin ella era ya una fracción de lo que solía ser.
A mis niños les encantan los gestos graciosos y los personajes secundarios de este libro (hay monos, tortugas, turistas, bañistas y más), pero a mi me enternece muchísimo el ver cómo nuestros grandes héroes, nuestros papás que todo lo pueden, toman su fuerza de sus hijos, quienes algún día serán independientes y descubrirán su propio camino.
Toda esta historia se hace más disfrutable con las coloridas ilustraciones de Mari, ilustradora nórdica con un estilo libre, fluido y juguetón, súper rico en detalles y en movimiento.
Así que si puedes, consigue este libro, léelo con tu pequeño gran papá y dile que está bien si un día se hace pequeño porque tú estarás ahí para regresarlo a su tamaño real.