Arte en casa: Cómo montarlo

Llegamos a la última entrega de esta mini serie creada con la finalidad de ayudarte lo más posible a elegir, conseguir, enmarcar o imprimir, y ahora, a instalar arte para embellecer los muros de tu casa.

Este último paso no es menos importante que los anteriores: podemos tener un cuadro precioso pero si lo montamos sin cuidado en lugar de brillar y sentirse en armonía con tu espacio podría verse fuera de lugar o transmitir incomodidad.

Aunque también se vale aplicar las recomendaciones que sintamos nos hacen sentido y dejar pasar las que no. En decoración la individualidad en ocasiones ofrece un camino más rico e inesperado visualmente. Digamos que estos son solo tips técnicos que a mi me han funcionado y que bien podrían servirte, pero nada está escrito en piedra y no hay nada mejor que escuchar nuestra propia intuición. Habiendo dicho eso, aquí te comparto algunos consejos.

1. Monta a la altura de los ojos

¡Qué ENORME diferencia hace el colocar nuestras piezas a la altura de los ojos! Y es que de esta forma el arte se ve mucho más integrado en nuestros espacios en lugar de tenerlo “volando”, así como tus paredes lucen bastante más altas de lo que son. En casa este es un truquillo que tenemos años usando al montar arte y espejos, y realmente se nota el favor que le hace a nuestros espacios. Si el arte está en una pared solita revisa que a metro y medio del piso ya puedas verla en la pared (¡así lo hacen en los museos!); si se encuentra en una pared donde también tienes un mueble, colócalo unos 10-15 cm arriba de la pieza (tal vez un poquito más alejado si se trata de un sillón).

2. Toma en cuenta las características del espacio

Al montar arte, revisa las características del lugar donde lo quieres poner para decidir qué piezas van mejor ahí. Por ejemplo, en #CasaSantiestrada sabíamos que para el área del comedor, al ser una pared muy larga y alta, necesitaríamos arte de gran formato. El par de obras que hace poco montamos ahí cumplen perfecto la tarea de llenar ese espacio sin sentirse abrumadoras, ni tampoco insuficientes. Siempre será más fácil llenar espacios con piezas grandes dejando suficiente aire para que respiren. En cambio, en la misma área existe un par de paredes más estrechas que pudimos vestir con arte en metal en tamaño mediano (mis queridas gaviotas mid-century modern) y con un par de pequeños prints enmarcados para la pared más delgada.

3. Trata a los grupos como una misma entidad

No solo hablo de los dípticos y trípticos, que claramente deben tratarse como una sola obra: me refiero a los grupos de dos, tres o hasta cuatro cuadros que decidiste montar juntos porque son una serie o porque se sienten bien así. Asegúrate de que cuando lo hagas las piezas se muevan juntas, esto es, que sean montadas lo suficientemente cerca para sentirse cohesivas (unos 10-15 cm de distancia entre sí). Si el centro de tu pequeño grupo queda a metro y medio del suelo mucho mejor.

Ahora para las gallery walls (muros completamente cubiertos por obras distintas) puedes tomar dos rutas: elegir piezas con marcos o temas similares para crear un acomodo armónico, o irte por arte muy distinto entre sí para un look más emocionante. Las piezas medianas y grandes puedes colocarlas a unos 6-8 cm de distancia y las pequeñas a 4-6 cm.

4. Decide si colgar o no

Aunque colgar un cuadro en la pared es la opción favorita de muchos, existen otras formas de presentar el arte en casa. Puedes descansar tus marcos sobre consolas, burós, credenzas, sillas o directo en una pared. Así no maltratas tus paredes y puedes ser flexible con las piezas, intercambiando cuando se te antoje. Otra forma es instalar una repisa en tu muro y acomodar distintas piezas y elementos en él, lo que te permite cambiarlos cuando quieras un refresh pero dentro de este espacio diseñado para hacerlo con un poco de más “formalidad”.

5. Prepárate, mide, ¡y dale!

Si te decidiste a colgar tus cuadros en la pared, ¡perfecto! Pero antes de hacerlo prepárate un poco para que todo salga lo mejor posible. Por ejemplo, con tiempo: nosotros procuramos llevar a cabo estas instalaciones los fines de semana para estar más relajados. Hay que tener a la mano todo lo que ocuparás, que varía dependiendo del material del espacio donde quieras colgar tu arte. Para los muros de nuestra casa además de martillo, cinta métrica, lápiz y nivel, nos ha servido mucho el rotomartillo, el cual nos ayuda a hacer los hoyos donde irán los taquetes y luego los tornillos. En ocasiones cuando la pieza es muy pequeña o ligera usamos solo clavos, o hasta cinta doble cara.

¿Cómo colgar sin equivocarte? Nosotros hemos recurrido al truco del papel. Lo que haces es trazar la forma de tu marco en un papel (si es muy grande, puedes pegar varios) marcando también dónde están los sujetadores; ya que tengas este cuadro de las dimensiones exactas de tu arte puedes pegarlo a tu pared con cinta azul e irlo moviendo hasta que te guste la posición. Después de esto, colocas un clavito donde van los sujetadores, quitas el papel y ahí es donde tendrás que usar el rotomartillo. De esta forma solo agujeras la pared ya que estés seguro de dónde quieres poner tu pieza. Puedes ver cómo lo hicimos nosotros la última vez por acá.

Espero que esta mini serie de arte en casa te haya ayudado o inspirado para vestir tus paredes con cosas lindas. Cualquier duda o comentario me puedes escribir por aquí o en mi Instagram. ¡Gracias por leer!