Tener prendida una vela aromática es una manera sencilla de hacer más agradable y acogedor cualquier ambiente.
Soy fan de practicar este ritual casi a diario, inclinándome a hacerlo por las tardes, cuando necesito relajarme e irme desconectando del trabajo. Hace poco una buena amiga que apenas inicia en este tipo de rituales deliciosos me preguntó que cómo le hacíamos quienes prendíamos velas regularmente para no salpicar y llenar de cera nuestros muebles.
Es una muy buena pregunta pues no solo se trata de una cuestión de proteger nuestras mesas, libreros y escritorios, también es una cuestión de seguridad. Y es que si dejas una velita directo sobre un mueble, podría ser más fácil que éste se sobrecaliente or worse.
Así que para cuidar la integridad de tus muebles (y tu vida) te comparto tres sencillos consejos para cuando prendas tus velas:
- Coloca tus velas en bandejas o platos firmes (para que no se vayan a tambalear y caer, ¡es fuego!), preferentemente de materiales resistentes al calor como la piedra natural.
- Nunca prendas una vela por más de tres horas o las indicadas por el fabricante. Así evitas que se sobre caliente su contenedor.
- Acompaña a tu vela cuando esté prendida, ¡no la dejes solita! Tampoco se trata de estar pegada viéndola derretirse, pero sí que le puedas echar un ojo para cerciorarte de que todo va bien.
Y ahora te comparto una selección personal de platos y bandejas bellas que puedes comprar con el fin de disfrutar tus velas sin descuidar tus muebles. O también puedes usar alguna charola o platito que ya tengas en casa. ¡Ojalá te sirva!
